Nos encontramos ante el típico shooter en el que nuestro vehículos volará automáticamente de forma vertical, debiendo nosotros manejar el avión para destruir a los enemigos que nos vayan apareciendo, recogiendo armas y power-ups y eliminando a los diferentes jefes de fin de fase. Como en muchos otros juegso del estilo, con un botón activaremos el disparo principal y con el otro usaremos un arma especial que afectará a todos o casi todos los enemigos en pantalla, aunque también sirve para realizar un movimiento evasivo. Un elemento a tener en cuenta es el combustible, que se va vaciando conforme avanza el nivel y más rápido si nos golpea un enemigo. También gastará combustible realizar uno de los ataques especiales, pudiendo hacer un total de tres. Hay que tener mucho cuidado con el combustible, porque solo disponemos de una vida que está representada con el combustible. En el modo de dos jugadores, cuando los dos aviones de los jugadores se tocan se pueden transferir combustible de un avión al otro.

El apartado técnico está muy bien. Salvando las lógicas diferencias, gráficamente el juego es lo suficientemente fiel al original gracias a unos aviones y enemigos que, aparte de moverse fluidamente por la pantalla, tienen buenos diseños y los enemigos son muy variados, además de haber grandes jefes finales. Los escenarios son variados y detallados, y bastante coloridos para ser una NES. Por otro lado, la música es la apropiada para un juego como este y los efectos sonoros están bien.

En cuanto a la jugabilidad, se mantiene la mecánica trepidante del arcade original, dando lugar a un juego muy divertido y adictivo, que además cuenta con unos aviones con un control sencillo y directo que suponen que se aprenden a manejar muy rápida y fácilmente mientras responden a la perfección al pad. Por otro lado, el juego cuenta con una muy buena extensión para ser un juego como este y un nivel de dificultad elevado.